Inglés en verano
Cada vez somos más consciente de la importancia que tiene para los más pequeños aprender un segundo idioma en edades tempranas. Por ello, no es de extrañar, que las familias reclamen centros educativos y actividades de ocio bilingües. Y, en verano, no va a ser menos. Desean que sus hijos e hijas continúen con su aprendizaje, ya que pasarán muchas horas en casa hasta que vuelvan de nuevo al colegio. Este pensamiento se repite con mayor frecuencia cada año y conlleva que todas las actividades enfocadas para niños sean por obligación bilingües.
Las ventajas de que los niños y niñas continúen practicando inglés durante el verano son incuestionables. Sus avances con el idioma son muy rápidos. Al igual que aprenden rápido, rápido olvidan. Por ello, es tan importante que, si se han iniciado en el aprendizaje de un idioma, no cesen durante el verano.
Sin embargo, debemos reflexionar sobre algunos aspectos antes de priorizar la segunda lengua.
En primer lugar, las necesidades reales de nuestro pequeño o pequeña. Deben desarrollarse al completo como personas y eso implica otras muchas inteligencias y habilidades. Lógica, expresión verbal, inteligencia emocional, planificación, habilidad sociales,… No sirve de nada que un niño o niña sepa hablar perfectamente inglés cuando no sabe cómo interactuar con el mundo que le rodea o cuando no sabe expresar lo que siente. Debemos priorizar lo que es verdaderamente importante antes de elegir una actividad.
Por otro lado, el verano no deja de ser el tiempo de ocio del menor. Es un tiempo de descanso y de disfrute. Con esto no queremos decir que no haya actividades, en absoluto. Nos gustaría recordar que su opinión cobra mucha más relevancia. Es posible que apuntarlo a una actividad bilingüe le lleve a odiar el idioma, y esta es una consecuencia peor que el hecho de que pueda olvidar algo durante las vacaciones. Dialoguemos con nuestro hijo o hija. Escuchemos qué quieren y necesitan, ofrezcamosles todas las opciones posibles y lleguemos a un acuerdo entre ambos.
Actividades como campamentos o jornadas bilingües son una manera estupenda de pasar el verano aprendiendo y disfrutando siempre y cuando sea lo que el menor quiere y necesita. Además, no debemos olvidar buscar otras opciones o utilizar otras estrategias como ver o escuchar películas y música en inglés, viajar o conocer personas de otras países. Sea cómo sea, el verano ofrece infinidad de opciones para seguir aprendiendo.
