Homesickness: nostalgia o morriña. ¿Cómo combatirla?

 In Psicología

El término “homesickness” hace referencia a la sensación de añoranza, nostalgia y tristeza que aparece al estar alejado de la familia. Es frecuente que, ante cambios de residencia, especialmente en el extranjero o ciudades alejadas, muchas personas tengan un fuerte sentimiento de nostalgia que les impida disfrutar de la experiencia que supone iniciar un nuevo proyecto vital.

Los síntomas que aparecen son todos aquellos relacionados con la distimia (sentimientos depresivos persistentes en el tiempo):

  • Perdida de interés por actividades con las que antes se disfrutaba.
  • Falta de apetito, acompañada en ocasiones de pérdida de peso.
  • Aumento del apetito (comer en mayor cantidad y/o un mayor número de veces)
  • Dificultades para conciliar el sueño o que este sea reparador.
  • Tristeza y sensación de desesperanza (sin que aparezca una causa específica).
  • Baja autoestima y elevada autocritica.
  • Sensación de cansancio y fatiga.
  • Pensamientos negativos.
  • Idealización del lugar de procedencia.
  • Aislamiento social.
  • Irritabilidad y tendencia a la ira.

Cada persona puede manifestar uno o varios de estos síntomas ante el homesickness. Es frecuente que no relacionemos estas sensaciones y comportamientos con la marcha del hogar, pues no suelen aparecer en los primeros días. A medida que nos mantenemos alejados de nuestra zona de seguridad (hogar, familia, amigos y rutinas) estos síntomas comienzan a hacer mella en nosotros.

¿Qué podemos hacer para combatir esta nostalgia?

Establece una rutina

La realización de actividades de forma cotidiana ayuda a que nuestra mente se mantenga alejada de los pensamientos negativos que suelen acompañar a estas emociones de morriña o “echar de menos”.

Realiza una planificación semanal en la que no solo aparezcan las obligaciones (ej: “hacer la compra”, “ir a la oficina de correos”, etc.), sino en la que incluyas actividades con las que disfrutaras o que desearas realizar, pero hayas ido aparcando por falta de tiempo (ej: “ir a clases de pintura”, “pasear por un parque”, etc.).

 

Realiza actividades físicas

Supera la pereza inicial asociada a los deportes e iníciate en la práctica de alguno de ellos. Busca aquel que se adapte a ti, a tus intereses y capacidades reales. Prueba diferentes propuestas hasta que des con la tuya.

La realización de actividades físicas nos permite liberar endorfinas, pero recuerda: la liberación de endorfinas es mayor a mayor esfuerzo y duración del ejercicio. Empieza de forma progresiva hasta que tu cuerpo se pueda permitir alcanzar este tipo de actividad, que te hará liberar hormonas asociadas a la felicidad y la calma.

 

Sumérgete en actividades sociales

La falta de red social al cambiar de lugar de residencia suele limitar las actividades al aire libre. Busca una red social con la que poder organizar escapadas que te permitan conocer la ciudad, al tiempo que interaccionas con otras personas.

No siempre es fácil encontrar grupos con los que realizar actividades, por ello, puedes iniciarte en actividades grupales: intercambios de idiomas, grupos de senderismo o actividades de montaña, deportes colectivos, etc.

 

Mantén el contacto con tus seres queridos

Tener un momento de conexión con nuestro hogar nos permite reducir los sentimientos de añoranza y “recargar pilas”. Contamos con múltiples formas de comunicarnos con ellos, busca la que mejor se adapte a ti y a tus familiares y amigos y ¡a hablar!.

 

Si trascurrido un tiempo de la aparición de estos síntomas no se reducen, o se vuelven más intensos y persistentes es el momento de buscar ayuda de un profesional de la psicología. Ellos te ayudaran a enfocar desde una perspectiva realista la nueva situación, dotándote de herramientas que te permitan un mejor manejo de los pensamientos y emociones que te impiden un desarrollo saludable en tu día a día.

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