Cuadernillos de Caligrafía, ¿mejoran la escritura?
Tener buena caligrafía es algo que la mayoría de personas quiere y además valora. Por ello, nos encontramos en terapia, a muchas familias que nos preguntan cómo pueden hacer que la la “letra” de sus hijos mejore. Para poder dar respuesta a esa pregunta tenemos que plantearnos algunas cuestiones antes.
¿Funcionan realmente hacer cuadernillos de caligrafía?
La respuesta es depende. Depende de la edad en la que te plantees hacer dichos ejercicios repetitivos, también debemos tener en cuenta si la persona tiene algún tipo de afectación ( motora, o visomotora), y de la motivación, esfuerzo y contancia para conseguir el objetivo de mejorar la caligrafía.
La importancia de las etapas de la escritura
El aprendizaje de la escritura se divide en varias etapas: preescritura, precaligráfia, caligrafía y de maduración.
La primera etapa es la preescritura, en este periodo, los niños entre los 3 y 5 años van experimentando este aprendizaje, es aquí donde observamos la dominancia que van teniendo (diestro, zurdo, ambidiestro), mientras realizan trazos abiertos y cerrados (madejas, bucles, rayas, ondas, etc…).
La segunda etapa, precaligrafica, abarca la etapa más específica del aprendizaje de los rasgos escritores. Entre los 6 y 9 años los niños/as la escritura es algo más clara, todavía no enlazan las palabras, pero su lectura es posible. Normalmente tienden a mezclar mayúsculas y minúsculas, y la segmentación, organización y el espacio aun no lo tiene bien adquirido.
En la etapa Caligrafica, los niños entre los 10 y 12 años van aportando a su trazo y escritura rasgos personales. En dicha etapa los giros (sinistrógiro y dextrógiro) trazados y direcciones de cada grafía están bien adquiridos y, por tanto, observamos que en dictados y copiados su velocidad escritora es mucho más elevada que en las etapas anteriores.
Por último, cuando la escritura está adquirida, entre los 12 y 16 años se produce una “crisis” en la forma de escribir. Parece que vemos un retroceso en redacciones, escritos y pautas, que ya tenían adquiridas. Esto se debe, principalmente, al salto tan significativo a nivel académico que se produce en estas edades (entre 1º-4º de ESO se requiere de mucha más exigencia en redacciones, tiempo más limitados, bloqueos, importancia de la ortografía…), cambios en la personalidad, etc… No obstante, entorno a los 17 años y siguientes, la escritura entra en la fase de madurez.
¿Tiene el mismo efecto hacer caligrafía independientemente de la etapa donde nos encontremos?
Evidentemente no. Si observamos que en la etapa precaligráfica no se respetan los giros de forma adecuada, el niño/a empieza a viciar movimientos incorrectos ( que luego irán en detrimento a la velocidad) o la postura en si misma al escribir no es la adecuada. Este es el momento de corregir dichos defectos escritores. Por el contrario, si pretendemos realizar correcciones en etapas más avanzadas (caligráfica), nos encontramos con distintos hándicaps. Por un lado, el niño/a ya se siente cómodo/a con su forma de escribir (a pesar de que esta sea incorrecta y viciada), su motivación por cambiar su letra a “una más bonita” no es entendida. De por sí a la mayoría de educandos, la escritura les parece tediosa, monótona… y cambiar a una “más bonita” que le cuesta el doble de realizar no es motivación para ellos.
¿Qué podemos hacer en las etapas más avanzadas cuando exista este problema?
Principalmente, hacerle ver al adolescente porqué su escritura es como es, cuáles son sus defectos escritores y ayudarles para corregirlos. Esta ayuda va más allá de la repetición de cuadernillos caligráficos (observamos que realizan los cuadernillos llevando a cabo los mismos patrones viciados que en escritura espontánea). Lo más importante es que sean conscientes de las consecuencias en un futuro e intentar que su motivación por cambiar ciertos aspectos caligráficos sea propio y no impuesto. En este sentido, si logramos esta motivación, les daremos las pautas adecuadas para que, tanto a través de cuadernillos caligráficos, como en escritura libre, realicen los mismos movimientos y trazados, reforzando siempre cada logro conseguido.