EDUCACIÓN SEXUAL: PROMOCIÓN DE UNA BUENA SALUD SEXUAL ENTRE ADOLESCENTES
Hoy, día 26 de septiembre se celebra el día mundial de la Anticoncepción. Desde Gabinete Psicopedagógico Iris queremos unirnos a la celebración de este día a través de la sensibilización tanto de familias como de jóvenes sobre el poder de la información como herramienta de promoción de una sexualidad responsable y sana.
La adolescencia es la etapa comprendida entre los 10 y los 19. En esta etapa se alcanza la madurez biológica reproductiva y con ello la aparición de necesidades asociadas a la esfera sexual. Sin embargo, esta madurez reproductiva no está ligada a una madurez psicológica y afectiva que acompañe a los adolescentes hacia una sexualidad sana y responsable de forma individual. Según el último informe de juventud realizado en España (Injuve, 2020), el nivel de información y conocimiento sobre la sexualidad en los adolescentes es insuficiente.
Pero ¿a qué se refieren con información y conocimiento sobre la sexualidad?
La información y conocimiento sobre la sexualidad hace referencia a un proceso de adquisición de valores, creencias y actitudes en el que se considera por una parte el componente sexual, pero también en el conocimiento de su propio cuerpo, sus cambios físicos, así como la gestión de las emociones y la toma de decisiones responsables en torno a sus cuerpos y los vínculos con otras personas. Toda esta información y conocimientos se transmite a través de lo que es considerado como la Educación Sexual.
Las investigaciones recientes tanto en España, como a nivel mundial, proponen la Educación sexual como herramienta de promoción de una sexualidad sana y responsable ya que los adolescentes y jóvenes con mayor información y educación tanto sobre sus cuerpos, emociones como toma de decisiones tienen relaciones sexuales sanas (con uso de anticonceptivos), emocionalmente responsables (ya que lo hacen en una relación en la que han aprendido a comunicarse y expresar sus deseos a la otra persona) así como planificadas y bajo consentimiento de ambos. Además, los datos actuales reflejan que ante la ausencia de fuentes de información adecuadas (educadores o familiares) obtienen información y referencias del consumo de pornografía (Injuve, 2020), materiales que únicamente reflejan el componente sexual de la sexualidad, reduciendo la naturaleza de la sexualidad a las relaciones sexuales con penetración, así como la representación de relaciones desiguales y en la mayoría de las ocasiones violentas. Los datos actuales informan del consumo de pornografía cada vez a una edad más temprana, siendo los menores especialmente receptivos a los modelos y estereotipos de género que se muestra en el material pornográfico.
En conclusión, la adolescencia es una etapa acompañada por la aparición de las necesidades en la esfera sexual, por lo que los adolescentes van a hallar la forma de encontrar información y tener conocimientos sobre cómo gestionar todas estas necesidades presentes. Por lo que, si eres familiar de un/una adolescente os invitamos a acompañarlos a través de libros sobre los cambios del cuerpo (“Mi cuerpo mola” “El semen mola” “La regla mola” de Menstruita) que conllevan una madurez reproductiva, así como el acercamiento a las emociones que aparecen en torno a las relaciones con otras personas, la comunicación asertiva y la toma de decisiones. Os dejamos alguna página de referencia que aportan recursos sobre Educación Emocional sobre la sexualidad (www.salutsexual.sidastudi.org) o presentarle la opción de talleres sobre educación sexual propuestos en vuestra comunidad. Recordad que el desconocimiento no los aleja de esas necesidades sino a vivirlas con miedo y desinformación, y el conocimiento los acerca a cubrirlas de una forma respetuosa con sus emociones que tan importantes son para el desarrollo personal.
Palabras clave: adolescencia, sexualidad, educación sexual, pornografía