Cómo afrontar las notas de navidad
Se acercan las fiestas de Navidad y con éstas, el cierre de un trimestre académico, y la primera entrega de notas del curso. En ocasiones, la recogida de notas se convierte en un drama tanto para padres como para los niños porque tras ellas se avecinan acontecimientos que en la mayoría de los casos no son la respuesta adecuada al problema de unas malas notas.
Se debe tener en cuenta que las notas son un indicador tanto del proceso aprendizaje del niño en su etapa educativa como de desarrollo de madurez personal, por tanto, las malas notas nos indican que el niño puede tener algún problema relacionado con las dificultades de aprendizaje, pautas incorrectas a la hora de afrontar el estudio, problemas emocionales, ausencia de capacidad de esfuerzo, etc. Teniendo en cuenta la multitud de respuestas a este indicador debemos ser lo más cauteloso posible a la hora de afrontar las malas notas, sin caer en charlas banales o discusiones sin sentido, y hacer hincapié en cual puede ser la raíz del problema o la dificultad que hace que el niño saque malas notas. Para ello, lo apropiado es acudir a un profesional, explicarle la situación y qué éste os oriente en la dirección adecuada para solventar la dificultad que hace que se produzcan esos malos resultados académicos y afrontar el nuevo trimestre escolar con más interés y mejores expectativas.
Como ya he mencionado los suspensos NO siempre son el resultado del poco esfuerzo del niño debido a la multitud de causas que pueden dar que esto suceda, por ello, es necesario afrontar los suspensos de la mejor forma posible, a continuación se dan algunas orientaciones para que el momento sea lo más llevadero posible tanto para padres como para hijos:
- No dramatizar la situación por los suspensos. Se debe controlar la situación y cuando se esté más tranquilo hablar con serenidad el porqué de esas notas y la necesidad de realizar cambios en el proceso de estudio.
- Concienciar al niño del suspenso manteniendo una comunicación afectiva con él. Si es la primera vez que trae malas notas después de un curriculum brillante aún más cauteloso se debe ser. Ese bajón puntual en el boletín de notas puede ser un indicador de que tiene alguna dificultad específica, y es eso es lo que hay que solventar, por ello, de la necesidad de guardar la calma y ser eficaz en la búsqueda de la solución.
En el caso contrario, en el que el alumno saque siempre malas notas y la voluntad de esfuerzo tampoco exista, no sirve de nada castigar, lo adecuado es dirigirse a un profesional (pedagogo, psicólogo, etc.) que pueda ayudaros a dilucidar que puede estar pasando, si es indisciplina o realmente hay una dificultad especifica que hace que el niño haya perdido el interés por el estudio.
- Evitar posibles comparaciones de calificaciones entre hermanos o amigos. Esto hace que la autoestima de los niños se vea afectada y además puede perjudicar relaciones fraternales o de amistad.
- Teniendo en cuenta en la época en la que nos encontramos debemos ser conscientes y no dejar en ridículo al niño, en reuniones o comidas familiares, por sus malas notas. Por ello, es necesario zanjar el tema notas en el momento adecuado, llegar a acuerdos, propósitos de mejora, tomar decisiones, etc. y no sacar el tema como reproche en medio de situaciones familiares.
Las buenas notas de los hijos nos tienen que servir para conocerlos mejor, sus puntos fuertes y débiles, para orientarlos y ayudarlos mejor .Y las malas notas como impulso hacia el cambio y la mejora, centrándonos en buscar la solución y no en la ofuscación ante el problema.