Lectura en verano
El verano es un momento ideal para introducir nuevos hábitos de lectura y despertar en los más pequeños la pasión por leer. Una tarea que parece sencilla e idílica; sin embargo, en muchas ocasiones, esta tarea se convierte en una lucha diaria o terminamos por abandonar.
La lectura no se puede obligar ni evaluar. Es una actividad que nos ayuda en muchos aspectos de la vida pero que, antes de todo, es una actividad de disfrute. Si obligamos a leer, o tratamos la lectura como si fueran deberes los cuales debemos tenemos evaluar o controlar, es muy probable que consigamos el efecto contrario.
¿Cómo podemos introducir la lectura en verano?
Lo primero que debemos hacer es reflexionar sobre nuestro propio hábito de lectura. Los niños actúan por imitación somos su modelo más importante. Así que lo primero que tenemos que hace es leer.
Crear un horario de verano para la familia es un buen método. Un horario le aporta a los más pequeños estabilidad, orden y seguridad. Un horario de verano puede y debe incluir todo tipo de actividades (ocio en familia, tiempo solos, ratos de lectura, tiempo libre,…). Las horas serán más flexibles y tendremos más actividades de ocio y descanso que durante el curso.
Podemos crear este horario en familia. Dialogaremos, viviremos momentos en familia y evitaremos peleas. Con los años, ellos aprenderán a buscar sus propios momentos de lectura e introducir un momento para leer no será necesario. Debemos tener paciencia.
El horario es un tipo de “contrato». Debemos hacerles entender que toda la familia se compromete a seguir ese horario para el buen funcionamiento durante las vacaciones.
¿Qué leer?
Nuestro papel como adultos de referencia es ayudar a los más pequeños a elegir su lectura y animarle a progresar y mejorar poco a poco. Las edades recomendadas son justo eso: recomendaciones. Si nuestro hijo o hija es un amante de la lectura y quiere leer un libro para mayor edad, animémoslo. Si por el contrario, no está acostumbrado/a a leer, debemos empezar por crear ese hábito con libros, cómics o cuentos que le gusten e ir aumentando la dificultad poco a poco.
Una buena manera de elegir un libro es ir a una librería donde se sienta libre para elegir o hacer una visita a la biblioteca del barrio. Esta última podría ser una estupenda actividad familiar.
¿Cómo lo hacemos en Iris?
Nuestro gabinete también trabaja para fomentar la lectura en los más pequeños. Este verano lo trabajamos desde el apoyo. El último rato de la mañana es dedicado a la lectura. Cada uno elige su libro y niño, niña y nuestra profe dedican un ratito a leer juntos. Luego cuentan unos a otro qué ha ocurrido en su historia, de esa manera es como si ¡hubieran leído muchos cuentos a la vez! Es nuestra manera de crear un buen hábito de lectura: permitiendo que nos cuenten lo que han vivido y siendo ejemplo para ellos.